Bullying (7)
Contextualización:
El bullying o también conocido acoso escolar fue estudiado por Olwes en los países nórdicos definiendo este fenómeno como el abuso físico y psicológico que hace daño a un
niño o grupo de niño. El término procede del inglés, y la palabra es aceptada
mundialmente para referirse a estos casos.
Podemos encontrar distintos tipos de bullying como el físico (empujones, golpes, etc.) el cual es el más común de acoso escolar; el verbal (insultos, amenazas, incitar a rumores, etc.) no es tan común, pero es muy dañino debido a la sensibilidad de los niños; el gesticular (miradas obscenas, gestos, muecas molestas, etc…) mucho más difícil de detectar y ciberacoso (internet y los teléfonos móviles) utilización de las redes sociales para agredir o intimidar.
Respecto a las personas que realizan estos actos diferenciamos 3 principales:
- La víctima. Es la que sufre el acoso. Suelen ser víctimas fáciles elegidas por el agresor después de un proceso selectivo, estas víctimas suelen ser vulnerables, débiles físicamente y rechazadas por los demás. Generalmente suelen estar aisladas, pueden ser también inseguras, carecer de control emocional tomando a veces el papel de agresor-víctima y en algunas ocasiones son vistas de forma diferente por los demás por lo que se convierten en el objetivo del acosador.
- El agresor suele ser de actitud dominante que suelen tener un buen estatus social, especialmente cuando poseen rasgos que a los demás les llaman la atención de manera positiva. Actúan en conjunto con un grupo de apoyo con sus mismas características y no muestran empatía emocional con las víctimas.
- Los espectadores ignoran la acción del acosador y aquello que sucede a su alrededor, incluso en ocasiones disfrutando de la agresión. Los espectadores normalmente no intervienen en las peleas o en las acciones realizadas por el acosador. Esto se explica gracias al término contagio social el cuál explica que los niños que observan estas acciones no quieren involucrarse en estos actos por el miedo que possen de padecer lo mismo que los niños que son víctimas. Existen diferentes tipos de espectadores, los compinches (amigos cercanos del acosador), reforzadores (apoyan la violencia), ajenos (intentan pasar desapercibidos) y los defensores (exponen su carácter en favor a la víctima).
Respecto a los datos estadísticos, se conoce que suele haber un 16,1% que sufre bullying físico, un 11,2% verbal, un 34% de ciberacoso y un 70 % mediante rumores en redes sociales. Las edades en las que más casos de bullying se realizan son entre los 12 y los 14 años. También se encontró una relación con los sexos, es decir, se observó que el bullying físico suele producirse entre niños de sexo masculino y el psicológico en niñas.
Por último, es esencial reconocer las actitudes y comportamientos de las víctimas y de los acosadores para poder determinar el caso y encontrarle una solución. Algunas de las técnicas de intervención utilizadas son la coordinalidad, establecimiento de límites firmes, sanciones no punitivas ni físicas, creación de un clima escolar positivo, etc.
Reflexión personal:
El bullying es un asunto de gran importancia y seriedad que concierne a diferentes grupos de personas, tanto a las familias, el centro escolar e incluso la sociedad. Cada grupo tiene sus funciones, aunque, en mi opinión, todos ellos deberían hablar abiertamente sobre las causas y las consecuencias del acoso escolar. Relacionado con lo anterior, como futura docente, considero que la formación y el conocimiento es fundamental para evitar estas problemáticas. Se debe de formar a las familias sobre las sintomatologías de la victima y el acosador, ya que sus hijos podrían estar sufriendo o produciendo acoso escolar por lo que es esencial que reconozcan ciertos signos para poder reconocer la situación e intervenir de la mejor manera en ambos casos. Del mismo modo, los profesores viven esta situación de manera directa y también deben de saber reconocer cuándo un niño esta siendo víctima de acoso escolar, además de ser capaces de orientar a los padres durante este proceso y de enseñarles a los niños, por ejemplo, que avisar sobre estos casos no repercutirá negativamente en ellos y estarán ayudando a un compañero y las razones por las cuales el acoso escolar es negativo.
Finalmente, quería recalcar la importancia que esta teniendo la era tecnológica en esta problemática. Como se observan en los datos estadísticos, el 70% del acoso producido es realizado a través de las redes sociales, una dificultad añadida a esta situación. Hace unas décadas sin internet y redes sociales, el acoso escolar permanecía principalmente en las aulas, en cambio, actualmente los niños no pueden sentirse seguros ni en su propio hogar porque las redes sociales pueden ser consultadas en todo momento. Nuevamente, considero que la inormación es un gran aliado en estos casos al igual que la colaboración conjunta de los grupos anteriormente mencionados, ya que los padres tienen la responsabilidad de filtrar y conocer el uso que sus hijos le dan a las redes sociales y rectificarles si no lo están haciendo correctamente mientras que el centro educativo puede orientar a las familias e incluso crear talleres para ellos y para el alumnado.
Bibliografía.
- Ordóñez, M. C. O., Oleas, J. C. M., & de Lourdes Pacheco, M. (2016). Estudio descriptivo: Perfil psicológico del niño víctima de acoso escolar. Revista Médica HJCA, 8(2), 108-116.
- Armero Pedreira, P., Bernardino Cuesta, B., &
Bonet de Luna, C. (2011). Acoso escolar. Pediatría Atención Primaria, 13(52), 661-670.
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